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Estrés, a pesar de ser una palabra de origen anglosajón, se ha convertido en las
últimas décadas en un vocablo que está presente en nuestra cotidianidad, y es
que por diversas razones, día a día nos encontramos inmersos en situaciones que
producen tensión. La popularización o masificación de este concepto parece
haber hecho olvidar que se trata de un desequilibrio producido entre la demanda y
la capacidad de respuesta, cuando la primera sobrepasa la segunda, la cual, tal y
como se establece en esta monografía puede llegar a producir graves
consecuencias referidas al deterioro de la calidad de vida en casi todos los
aspectos (físico, mental, emocional, y social), de aquellos que lo padecen. Por ello
se hace necesario investigar sus causas y principales síntomas o características,
de manera que sea, en primer lugar reconocible, entendiendo que ninguna
realidad puede ser tratada si antes no es determinada; y posteriormente
establecer las consecuencias que puede llegar a ocasionar si no se toman las
medidas necesarias a tiempo, de manera que sea reconocida por la población
como una reacción que, si no se sabe controlar, lo más probable es que ocasione
efectos bastante negativos, que vayan en crecimiento, en este caso en concreto, e
interfiera en el adecuado ejercicio de una profesión de tanta importancia, en el
sentido de la responsabilidad que supone, como lo es la histotecnología, y en
conciencia de lo anteriormente expuesto, pase de ser una mera expresión de
moda y se le conceda el interés social que le es merecido. |
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